Importancia
de las enfermedades de las plantas
Las enfermedades de las plantas son importantes para el hombre debido a que perjudican a las plantas y sus productos. Para los millones de personas que habitan la Tierra y cuya existencia depende de los productos vegetales, las enfermedades de las plantas pueden marcar la diferencia entre una vida normal y una acosada por el hambre, o incluso conducir a la muerte por inanición. La muerte por inanición de 250 000 irlandeses en 1845 y gran parte del hambre que padecen en la actualidad los millones de personas que viven en las regiones rurales subdesarrolladas, son ejemplos mórbidos de las consecuencias de las enfermedades de las plantas. Para los países donde el alimento es abundante, las enfermedades de las plantas tienen una gran importancia, debido a que provocan que los agricultores "10 sufran pérdidas económicas, propician el aumento en el precio de los productos y destruyen la belleza del medio ambiente al dañar a las plantas en tomo a las casas y a las que hay en las calles, parques y bosques. Las enfermedades de las plantas reducen la variedad de plantas que pueden desarrollarse en una determinada zona geográfica al destruir a todas las plantas de ciertas especies que son muy susceptibles a una enfermedad en particular; esto lo ejemplifica el castaño americano, que fue aniquilado en los bosques de Norteamérica, por el tizón del castaño, así como el olmo americano, que está siendo eliminado como árbol de sombra, por la enfermedad del olmo holandés. Las enfermedades de las plantas pueden determinar también el tipo de industria agrícola y el nivel de desempleo de una zona determinada al influir sobre el tipo y la cantidad de productos disponibles para su procesamiento o envasado por las industrias de esa zona. Por otra parte, las enfermedades de las plantas son responsables también de la creación de nuevas industrias que producen productos químicos, maquinaria y desarrollan los métodos necesarios para controlar las enfermedades; tan sólo en los Estados Unidos, los gastos anuales para este fin se estiman en miles de millones de dólares. El tipo y monto de las pérdidas ocasionadas por las enfermedades de las plantas varía de acuerdo a la especie de planta o los productos que se obtienen de ella, así como al agente patógeno, la localidad, el medio ambiente, las medidas de control practicadas, etc., o con base en la combinación de todos estos factores. El monto de las pérdidas varía desde porcentajes mínimos hasta pérdidas de un 100%. Las plantas o sus productos pueden disminuir cuantitativamente a causa de las enfermedades en el campo, como es el caso de la mayoría de las enfermedades de las plantas, o por las enfermedades que se producen durante el almacenamiento, como ocurre con la pudrición de los frutos, hortalizas, semillas y fibras almacenadas. A veces, la destrucción que ocasionan las enfermedades en algunas plañías o sus frutos es compensada por un mayor crecimiento y producción de las plantas o los frutos restantes debido a que existe una menor competencia. Con frecuencia, la disminución de la calidad de los productos vegetales da como resultado pérdidas notables. Por ejemplo las manchas, roñas, pústulas y otras infecciones que se producen sobre frutos, hortalizas y plantas ornamentales pueden tener muy poco efecto sobre la cantidad producida, pero la calidad inferior del producto puede reducir su valor en el mercado a tal grado que se puede llegar a una pérdida total o a una producción inútil. El agricultor puede incurrir en pérdidas financieras derivadas de las enfermedades de las plantas al tener que producir variedades o especies vegetales resistentes a la enfermedad pero menos productivas más costosas y menos productivas desde el punto de vista comercial; al tener que asperjar o controlar de alguna otra forma la enfermedad, lo cual origina gastos en compuestos químicos, maquinaria, trabajo y espacio para el almacenamiento de los productos; al tener que abastecerse de cuartos fríos y de equipo de transporte, lo cual hace que se incrementen sus gastos; al limitarse el tiempo durante el cual sus productos pueden mantenerse frescos y sanos, una medida que los obliga a vender en un tiempo breve, cuando los productos son abundantes y los precios son bajos y al tener que seleccionar los productos sanos de los enfermos, lo cual incrementa sus costos por manipulación de los productos vegetales.(Espinoza , 2011).
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