ASCOMICETOS
Junto con los
Basidiomicetos, los Ascomicetos representan
la plenitud de la adaptación de los hongos al
medio terrestre. Parece probable que ambos grupos hayan
derivado por caminos distintos de antecesores pertenecientes a los
Zigomicetes, y tienen en común, además de su buena adaptación al
medio terrestre dos características notables:
Presencia de septos en el micelio,
que le confiere una mayor resistencia.
Presencia de mayor o menor cantidad de micelio dicariótico
en el que cada célula tiene dos núcleos. En muchas obras
se alude a ellos como hongos superiores por su mayor nivel
de evolución y su complejidad, sobre todo
apreciable cuando forman esporocarpos o fructificaciones.
Se conocen unas 32.00033.000 especies. Es el grupo más grande, agrupando
al 30 % de los hongos. Es el componente fundamental de
los líquenes (asociación de algas y hongos) y además
la mayoría de los Ascomicetes no pueden vivir si no es
formando dicha asociación. Si bien la mayoría son terrestres,
algunas especies se han adaptado secundariamente a vivir en las
aguas continentales, e incluso en el mar, o bien en los jugos vegetales
ricos en azucares. Sin embargo, no hay hongos flagelados.
La característica que agrupa a todos los Ascomicetes es
la presencia de un esporangio de origen sexual
llamado asco. Es un esporangio característico de tener un
número determinado de esporas en su interior (número
característico de cada especie). El número que aquí más se repite es
el número ocho (aunque puede variar desde 1 hasta
1000). Esas esporas se llaman ascósporas. Haciendo
referencia a la estructura somática podemos
encontrar distintos tipos: Individuos unicelulares, algunos
de los cuales pueden formar pseudomicelios. Talo miceliar o
micelio: tabicado o septado. Los tabiques no obstante no
son continuos, sino que tienen un poro por
donde hay intercambio de materiales celulares. Algunas
especies dimórficas. A partir de este grupo se encuentran
estructuras fructíferas con tejidos de tipo pseudoparenquimático,
algunos bien estructurados y que se conocen con el
nombre de ascocarpos. La reproducción de tipo asexual es
mediante la formación de conidios a excepción de los
individuos unicelulares, que van a dividirse por gemación,
escisión… Hay especies, sobre todo las más evolucionadas
que carecen de reproducción asexual. Los conidios se forman en
unas células especiales llamadas células conidiógenas, que se
forman por gemación. Estas células suelen estar una o varias
sobre una hifa especializada denominada conidióforo. En
Ascomicetes se pueden dar prácticamente todas las capas
fructíferas, como por ejemplo: Esporodoquia Acervulo
Sinema Picnidio Hay varios tipos
de plasmogamia que se pueden acontecer en este
grupo: Se pueden fusionar los gametangios enteros Contacto
entre los gametangios. El gametangio femenino
tiene una estructura llamada tricógina cuya función
es crecer y ponerse en contacto con el gametangio masculino que es
el anteridio Espermatización Somatogamia El resto del
proceso sexual es igual que en otros grupos. En Ascomicetes
la característica más peculiar es la formación del asco,
que va a tener dos fases:
1. Formación
de la hifa ascógena
2. Uncinulación El resultado
final es que el ascogonio tiene núcleos femeninos y núcleos
masculinos como consecuencia de la plasmogamia. El
ascogonio va a emitir unas evaginaciones a las cuales van
a ir pasando parejas de núcleos, y a medida que van
entrando la hifa se va tabicando y separa esa
pareja de núcleos. La hifa que se forma
se denomina hifa ascógena. En una de las células
de la hifa ascógena va a ocurrir
la segunda fase. En esta célula los dos núcleos,
sincrónicamente se dividen por mitosis y a la
misma vez las células van creciendo y se alargan formando un gancho
llamado uncinulo. Una vez que esto ha ocurrido, en ese
gancho en el cual los núcleos se han dividido, aparecen dos
tabiques, apareciendo tres células: una es la célula
central, con dos núcleos y las dos células restantes tienen un solo
núcleo. El ciclo continúa y el gancho sigue creciendo
hasta que las dos células con un solo núcleo se ponen en
contacto. En la célula que resulta al unirse las dos
células de un solo núcleo es donde va a ocurrir la
cariogamia. Va a llevarse a cabo una meiosis, formándose cuatro
núcleo, y a continuación una mitosis, todo asociado a un
crecimiento de la célula. Por lo tanto hay 8 núcleos y
se formarán 8 ascósporas, esporas típicas de reproducción
sexual. Estas ascósporas van a salir fuera del asco,
normalmente disparadas y caen al suelo, donde pueden
aguantar durante mucho tiempo. Al germinar van
a formar un tubo germinativo y luego un micelio. Hay, no
obstante, Ascomicetes con un número de ascósporas superior, por lo
que ocurrirá más de una meiosis. También puede
ocurrir que haya un número menor de ascósporas.
La formación de la célula madre del asco puede ocurrir en
cualquiera de las células, dando lugar a un nuevo
asco (no tiene porque ser necesariamente a partir de la
célula apical). Hay Ascomicetes que no forman hifas ascógenas, pero
en la mayoría, y sobre todo en los más evolucionados si
que ocurre. Todos los ascos que se forman en un ascocarpo
proceden normalmente de una única plasmogamia. En
el ascogonio por tanto, se formarán muchas hifas ascógenas.
La morfología típica de los ascos es
una célula grande, claviforme, aunque cada género
tiene una forma determinada. A la hora de clasificar los
ascos, y como característica de los Ascomicetes, se hace en función
de cómo se abre el asco para liberar las ascósporas:
1. Ascos protunicados: con una pared muy delgada y muy
frágil. Para la liberación de las esporas, lo único
que hace es romperse o deshacerse. No hay, por tanto, un
sistema de abertura.
2. Ascos entunicados:
con
una pared más resistente formado por “túnicas” (capas),
normalmente dos. Dentro de ellos destacamos:
2.1) Unitunicados: con
las dos capas muy unidas, teniendo la función de una sola. Según el
sistema de abertura tenemos, a su vez, dos tipos:
Operculados: con opérculo, una tapadera que cuando el asco
está maduro, por la presión de las ascósporas
se abre dicha tapadera. Inoperculados: sin
opérculo. Inicialmente lo único que tienen es un poro, y por
la presión de las ascósporas llega un momento en el cual el
poro se abre.
2.2) Bitunicados: tienen las dos túnicas
no muy unidas. La túnica interna o endotúnica
suele tener un poro, y la túnica externa o exotúnica es
la túnica que recubre el asco. Cuando el asco está
maduro la endotúnica empieza a crecer hasta que
llega un momento en el cual se rompe y las ascósporas
salen al exterior. En cuanto a las ascósporas, éstas pueden
ser muy variadas. El tamaño puede oscilar desde muy pocas
micras hasta llegar a las 100. Pueden se tanto unicelulares
como dicelulares y pluricelulares.
La superficie puede ser lisa o con apéndices largos o
con una especie de red, con hendiduras y con
cualquier tipo de ornamentación. El color puede ser
desde hialino hasta negro, pasando por las tonalidades de
marrones, rojos, azules, naranjas, blancos, amarillos… Los ascocarpos o
ascomas son los cuerpos fructíferos de los Ascomicetes. En
su interior hay ascos y a veces hifas estériles. A esas hifas
estériles se les llama hamatecio, mientras que la parte fértil
se llama himenio o tecio. Hay muchos tipos de hamatecios,
destacando: Paráfisis Perífisis
TIPOS DE ASCOMAS
1. APOTECIO
Es un
ascocarpo abierto, que está formado por un tejido externo de
hifas, tejido pseudoparenquimático, y que se conoce con el
nombre de excípulo. Al ser abierto, los ascos están expuestos,
poco protegidos. El interior va a estar tapizado por el himenio.
Mezcladas con los ascos formando el himenio vamos a encontrar unas
hifas estériles cuya función es la de protección de los
ascos y que se denomina parálisis.
2. PERITECIO
Típicamente tiene forma de botella o
ampolla, pero es un ascoma que no está tan abierto
como el anterior, ya que el cuello,
aunque tiene una abertura (ostiolo) es más estrecho.
La estructura externa del ascoma es la
misma que la anterior: una pared de
tejido pseudoparenquimático no cerrada totalmente. El himenio del
interior puede tener paráfisis, y lo normal es que bajo el ostiolo
haya hifas que protegen la entrada del ascoma. A
este tipo de hifas se le denomina perifisis.
3. CLEISTOTECIO
También tiene una estructura pseudoparenquimática, pero
totalmente cerrada, por lo que el himenio está protegido por el
excípulo. No suele haber pues hamatecio. Para salir las esporas,
o bien se abren por líneas predeterminadas, o bien se
deshace la pared y se rompe irregularmente.
SUBCLASES
1. SUBCLASE
ENDOMICÉTIDOS
Talo muy simple No forman micelio dicariótico ni
hifas ascógenas Ascos protunicados No forman ascomas Hábitat rico en
materia orgánica
2.
SUBCLASE TAFRINOMICÉTIDOS
Talo miceliar dicariótico No
forman ascomas Parásito de plantas vasculares
3.
SUBCLASE LABOULBENIOMICÉTIDOS Sin micelio Forman hifas ascógenas
Ascos unitunicados Ascoma de tipo peritecio Parásitos
de Artrópodos y Rodofíceas
4.
SUBCLASE ASCOMICÉTIDOS Grupo muy amplio Miceliares
dicarióticos Forman hifas ascógenas Ascos y ascomas muy variables:
a) Sp. Orden Eurotianas: ascoma tipo cleistotecio, ascos
protunicados b) Sp. Orden Erisifanas: ascoma tipo cleistotecio, ascos
bitunicados c) Sp. Orden Pezizanas: ascoma tipo apotecio, ascos
unitunicados. d) Sp. Orden Leotidanas: ascoma tipo apotecio o
peritecio, ascos unitunicadas inoperculados. e) Superorden
Dotideanas: ascoma tipo peudotecio y ascos bitunicados..
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