Nematicidas. Agente químico
destructivo para los nemátodos (ascárides o lombricillas). Producto destinado a
combatir los nematodos que atacan a las plantas.
Características
Un nematicida es un tipo de pesticida químico
para eliminar el parásito nemátodo. Un nematicida común que se usa es del
origen de pasta de neem que se consigue por exprimir la fruta y semilla en
frio. Nematophagous fungi, una variedad de carnivorous fungi, puede ser muy
útil para el control de nemátodos, Paecilomyces es solo un ejemplo.
Los nemótodos son un hilo de
vermes pseudocelomados con más de 25.000 especies registradas y un número
estimado mucho mayor, el cuarto del reino animal por
lo que se refiere al número de especies.
Se conocen como gusanos redondos,
debido a la forma de su cuerpo en un corte transversal. Son organismos
esencialmente acuáticos, aunque proliferan también en ambientes terrestres,
especialmente en suelos de alta compactación y humedad.
Para evitar en cultivos de semilleros y viveros el exceso de compactación y
humedad recomendamos eligir el substrato correcto.
No es conveniente usar
nematicidas químicas porque no se elimina los nemátodos dañinos sino muchos
nemátodos benéficos. En la agricultura limpia,
no residual, ecológica o orgánica no se puede realizar "matanzas" de
la vida en el suelo sino
realizar un control de la presencia de los nemátodos. El producto recomendable
para el control de nemátodos en el suelo se llama Bioplasma "N".
Control de nemátodos
El control de los nemátodos
parásitos no es fácil, ya que ellos poseen una cutícula poco permeable que les
confiere gran resistencia a los agentes controladores, físicos y químicos,
Además se distribuyen en el suelo a una profundidad variable, dependiendo del
largo de las raíces y su gran actividad y capacidad de desarrollo les permite
recuperar rápidamente una población disminuida.
Por todo ello, el control de
los nemátodos parásitos en el suelo es
difícil y a veces de alto costo, pero, sin duda, es imprescindible para obtener
rendimientos satisfactorios.
Existe una serie de medidas
tendientes a controlar y reducir las poblaciones de nemátodos parásitos.
Medidas
Vapor de agua: El
calentamiento del suelo efectuado con vapor de agua, es eficaz contra
nemátodos y otros agentes nocivos tales como semillas de malezas, larvas de insectos, hongos, etc.
Inundación: consiste en
mantener un cierto nivel de agua sobre un terreno no cultivado por un período
no inferior a 30 días. En los campos inundados la materia orgánica sufre una descomposición,
desarrollándose substancias letales para los nematodos tales como el ácido
butírico y propiónico, así como también el sulfuro de hidrógeno,
que actúan como verdaderos nematicidas.
Labores culturales: Los
nemátodos parásitos viven preferentemente en las capas superficiales del suelo
(30 cm) y las araduras y labores profundas del terreno, en especial durante el
verano y con suelo seco, pueden producir la muerte, principalmente de huevos y
larvas de los nemátodos por deshidratación (aire, sol), al quedar expuestos
a la superficie y sin presencia de raíces y raicillas.
Solarización: Es un método
no convencional para el control de nemátodos parásitos, malezas, insectos y hongos.
Consiste en la desinfección del suelo por medio de la energía solar; esto se
logra cubriendo la superficie del suelo con un polietileno fino y transparente,
en la época de mayor radiación solar (verano)
por un período de 4 a 6 semanas.
El suelo debe estar suelto y
bien mullido, sin terrones y, antes de la colocación del plástico se debe
mojar, a fin de que quede con la humedad necesaria
para lograr el punto de capacidad de campo y de este modo favorecer la
conductividad del calor.
La intensidad de la luz
solar es muy importante, ya que a mayor intensidad de la radiación solar y
exposición, habrá una mayor efectividad sobre los organismos nocivos del suelo.
Barbecho: consiste en dejar
un suelo, en el cual se haya detectado la presencia de nematodos, sin cultivar
por un cierto período, principalmente durante los meses de primavera y verano,
removiéndolo en forma periódica. Los nemátodos parásitos al no tener raíces, ni
raicillas para alimentarse, disminuyen sus poblaciones al mínimo. Este método
es muy efectivo para reducir poblaciones de Meloidogyne.
Materia orgánica: La agregación
de materia orgánica al suelo (guano, orujo de uva, sarmiento picado,
paja, etc.) incrementa considerablemente el número de nematodos saprofitos,
depredadores, hongos capturadores y otros enemigos naturales de los nematodos
parásitos, lo cual reduce los niveles de infestación en forma satisfactoria. La
materia orgánica mejora, además, la textura, estructura y aireación del suelo.
Rotación de cultivo: Este
método es eficiente y es una práctica común para reducir las poblaciones de
nemátodos en el suelo. Se basa en alternar especies de cultivos que constituyen
huéspedes susceptibles a los nematodos a controlar, con otras plantas
hospederas tolerantes o resistentes.
Esta forma de control no es fácil
de aplicar cuando se desea controlar nemátodos que se alimentan de muchas
especies de plantas, tal como ocurre con el “nematodo de la raíz”. En este
caso, solamente las plantas gramíneas (trigo, avena, cebada, centeno)
lo reducen eficazmente.
Control biológico: Los
nemátodos parásitos son atacados por numerosos organismos tales como hongos,
ácaros, colémbolos, amebas y también por nematodos saprofitos. Entre estos
últimos el INIA ha logrado identificar los géneros Mononchus, Dorylaimus,
Rhabditis, Diplogaster y Tripyla, los cuales reducen satisfactoriamente
nematodos parásitos y también larvas de insectos.
Plantas tóxicas: En los
últimos años ha habido gran interés, por aquellas plantas cuyas raíces
contienen sustancias que reducen las poblaciones de nemátodos. Entre estas
plantas se encuentran el clavelón (Tagetes patula), cuyas raíces contienen el
compuesto llamado terthienil, el espárrago (Asparagus officinalis), que
contiene el ácido asparagúsico, la manzanilla (Helenium sp.), que contiene el
compuesto catecho. Todas estas substancias son eficientes para el control de
nematodos parásitos, principalmente de los géneros Meloidogyne y Pratylenchus.
Cultivos trampas: Son
plantas muy susceptibles a nemátodos parásitos y, una vez que su desarrollo ha
terminado, sus raíces están infestadas en forma severa, principalmente por
Meloidogyne, y deben ser rápidamente destruidas. Por ejemplo, la crotalaria
(Crotalaria spectabilis), el tabaco y tomate silvestres, etc.
Variedades resistentes: El
cultivo de este tipo de variedades ha mostrado hasta ahora que su resistencia a
nemátodos se mantiene en forma indefinida. El desarrollo rápido y amplia
distribución de biotipos de las especies de Meloidogyne que rompan la
resistencia ha permanecido como una posibilidad remota. Tales biotipos no han
sido encontrados en gran escala en campos agrícolas.
La resistencia a Meloidogyne
puede definirse como una o más característica de las plantas que inhiben la
reproducción de estas especies nemátodos. Para que una variedad tenga valor en
el control del nematodo del nódulo de la raíz,
debe inhibir su reproducción en un 90% o más, con relación a los cultivares
susceptibles de la misma especie.
La naturaleza de la resistencia
de plantas a las especies de Meloi-dogyne, se conoce sólo parcialmente. En la
mayoría de plantas resistentes examinadas, no se ha constatado una incapacidad
de las larvas para penetrar en las raíces por falta de atracción, puesto que
penetran en las raíces de plantas resistentes o susceptibles en números casi
iguales. En las raíces de plantas susceptibles, la formación de células
gigantes es estimulada por la alimentación de la larva y ésta se desarrolla
normalmente hasta la maduración, produciendo huevos de los cuales emergen
larvas viables.
En las plantas resistentes,
en cambio, esta secuencia puede ser interrumpida o fallar en cualquier punto:
las larvas pueden morir a causa de una reacción inmune rápidamente después que
han comenzado a alimentarse; sus células gigantes pueden no formarse o ser
defectuosas. Si la formación de las células gigantes no es normal, las larvas
pueden fallar en su desarrollo como adultos machos o hembras, o quizás producir
pocos huevos viables o ninguno.
Las plantas tolerantes o
resistentes, infectadas por Meloidogyne experimentan menor daño en su
desarrollo y rendimiento, que las que carecen de tolerancia o resistencia. El
concepto de tolerancia se usa, generalmente, para indicar una moderada
susceptibilidad.
Control químico: Es
otro método efectivo para controlar nemátodos, en el cual se emplean productos
químicos denominados nematicidas. El objetivo final de un control químico, es
reducir las poblaciones hasta un nivel que no limite el normal funcionamiento
de raíces y raicillas, de tal manera, que se asegura un buen crecimiento y
desarrollo de las plantas tratadas. Existen tratamientos de pre y
postplantación.
Existen diferentes productos
que se pueden aplicar para el control de nemátodos en tomate y pimiento. En la desinfección
de las almacigueras, se recomiendan los productos: Carbodan 10% G, Curaterr 10%
G, Nemacur 40% EC, Furadan 4F, Mocap 6% EC, Cierto 900 EC, Temik, 15% G,
incluyendo el bromuro de metilo, que es el producto más eficiente, pero por las
razones descritas se debe reemplazar.
El Carbodan 10% G , Curaterr
y Temik son productos granulares y deben aplicarse localizados e incorporados a
20 cm de profundidad, tapando y regando en forma lenta. Furadan, Nemacur, Mocap
y Cierto son solubles en agua, por lo cual pueden aplicarse con bomba de espalda,
motobomba o bien ser incorporados más eficientemente a un sistema de riego por
goteo.
En plantaciones de tomates
con problemas de nemátodos parásitos, solamente se podrá trabajar con productos
que tengan registro, tolerancia y la carencia adecuada para su aplicación. Los
nematicidas sistémicos pueden controlar efectivamente nematodos endo y
ectoparásitos y con los de contacto sólo se logran controlar satisfactoriamente
los ectoparásitos.
El control químico debe ser
complementado con las otras medidas de control señaladas: rotación de cultivos,
barbecho, limpieza de suelo de restos delcultivo anterior,
eliminación de malezas u otras plantas huéspedes, desinfección del material de
cultivos y uso de cultivares de tomate resistentes o tolerantes a nemátodos,
principalmente Meloidogyne. El empleo de fumigantes nematicidas para suelo,
puede ser asimismo más ventajoso, si se tiene la oportunidad de destruir otras plagas,
de importancia económica en el cultivo del tomate.
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